¿Qué hace alguien como tú
en un desastre como este?
Yo era un velero a punto del naufragio
y tú una roca con la que choqué
y me sujeté para coger algo de aire.
Tú rociaste con semillas
todas mis cicatrices,
y siento que crecen girasoles
cada que las besas.
Instalaste tu bandera blanca
justo en medio de mi guerra,
le sonreíste a mi caos
y caminaste descalzo
sobre los pedacitos
que habían regados en el suelo.
Dices que eres torpe en el baile
pero bueno en el amor
mientras me besas en la frente
y me tomas de la cintura.
Y te creo,
te creo
y no me destruyo,
me reinvento.
No me lees
las líneas de las manos,
sino que me escribes
en letra pequeñita nuestro futuro.
Tu respiración es todo el viento
que se necesita
para levantar una falda,
para despeinarme el cabello,
para navegar mar adentro.
Si es de tu mano
quiero que me lleves
hasta la contraria.
Algunos le llaman a esto felicidad,
yo te llamo paz.
Eres el atrapasueños
que necesitaba
para alejar todas las pesadillas.
Debo haber hecho algo bien
sin darme cuenta,
debes ser parte del
Todo se transforma
del que habla Drexler.
Eres un golpe de suerte
que no te tumba al piso,
sino que te empuja
hacia adelante.