martes, 21 de octubre de 2014

Golpe de suerte



¿Qué hace alguien como tú
en un desastre como este?

Yo era un velero a punto del naufragio 
y tú una roca con la que choqué
y me sujeté para coger algo de aire. 

Tú rociaste con semillas 
todas mis cicatrices, 
y siento que crecen girasoles 
cada que las besas.

Instalaste tu bandera blanca 
justo en medio de mi guerra, 
le sonreíste a mi caos 
y caminaste descalzo 
sobre los pedacitos 
que habían regados en el suelo. 

Dices que eres torpe en el baile 
pero bueno en el amor 
mientras me besas en la frente
y me tomas de la cintura. 
Y te creo, 
te creo 
y no me destruyo, 
me reinvento.

No me lees 
las líneas de las manos, 
sino que me escribes 
en letra pequeñita nuestro futuro. 

Tu respiración es todo el viento
que se necesita 
para levantar una falda, 
para despeinarme el cabello, 
para navegar mar adentro.

Si es de tu mano
quiero que me lleves
hasta la contraria.

Algunos le llaman a esto felicidad,
yo te llamo paz.
Eres el atrapasueños 
que necesitaba
para alejar todas las pesadillas. 

Debo haber hecho algo bien 
sin darme cuenta, 
debes ser parte del 
Todo se transforma 
del que habla Drexler.

Eres un golpe de suerte 
que no te tumba al piso,
sino que te empuja 
hacia adelante.