domingo, 20 de septiembre de 2015

Ahora que tú






Ahora que las luces de neón 
anuncian que ha empezado a caer la noche,
ahora que es nuestra hora
y puedo intentar encerrarte en un poema.

Ahora que hemos convertido cualquier portal 
en un hotel de carretera 
y cualquier fotografía en una postal.

Ahora que sé
que de amor también se puede morir,
sólo se me ocurre pensar
que qué suerte
si lo que me mata
tiene que ver contigo.

Porque el mundo ha vuelto a girar
y lo ha hecho al ritmo de tu voz,
porque sonríes
y sé que todo irá bien.

Ahora que has reinventado 
el significado de la palabra magia
lo del conejo en el sombrero
y el as bajo la manga
cada vez que apareces.

Ahora que tú eres el truco
y yo la niña que sigue aplaudiendo
cuando se cierra el telón.

Ahora que has invadido con besos
y sin prisas
cada trozo de mi piel,
que has instalado tu bandera
en mitad de mi desastre.

Ahora que las piezas del puzzle 
han vuelto a encajar,
ahora
cielo
puedo al fin decir
que todo está completo.

martes, 4 de agosto de 2015

Noche estrellada





Sus ojos son dos ventanas
en las que se refleja la luna llena
y donde cada noche
se posa un gato negro
a columpiar su cola.

Su boca,
un túnel con luces de neón donde pones a sonar
la parte más bonita de tu canción preferida,
la que repites mil veces antes de que llegue el final
porque no quieres que se acabe.

Su piel es una playa,
con niños que juegan a hacer castillos en la arena,
olas que se rompen en la orilla,
y gaviotas revoloteando
en el agua salada.

Una playa en verano,
con sombrillas de colores en cada centímetro,
y cuerpos desnudos de miedos.

Su espalda seguro que sería el lienzo preferido
de cualquier artista
y yo tengo la suerte
de que sea mi lengua
la que dibuje garabatos
cada vez que se le antoje.

Su cuello es un callejón sin salida
con atracos de beso o muerte
y yo aún no aprendo a resistirme.

Sus manos son un mundo aparte
al que me lleva cada vez que me toca,
sus dedos campos de girasoles 

que florecen cuando me los llevo a la boca.

Él es un universo entero
con galaxias en lugar de lunares,
él es las vistas más bonitas de cualquier ciudad,
la puesta de sol que mirarías cuarenta y tres veces.

Él es desierto,
montañas
nieve
mar
y yo la niña que lo mira por primera vez.

lunes, 8 de junio de 2015

Magia recién hecha



Navegar en tu espalda
como Colón buscando América
y acabar como el mismísimo Robinson Crusoe
naufragando en tu piel
pero sin querer regresar al hogar
porque el lugar más seguro sigues siendo tú.

Porque eres el mensaje sin remitente en la botella
que sólo pone un te quiero
y flota en mitad del océano
aunque se hunda el mundo entero.

Y es que estar a tu lado
es sentirse a salvo
como cuando tocabas la pared
y gritabas "casa"
en el cole
para que no te atraparan.

Como olvidarte de pedir un deseo
al soplar la vela de cumpleaños
porque te parece que no te falta nada.

  
    Soy un barco de papel
    que ha encallado entre tus brazos
    y he echado el ancla
    porque creo que por fin 
    he encontrado dónde quedarme.

Porque he visto a la luna
menguar en tu boca
y llenarse con tu risa.

Porque te he visto hacer magia
mientras preparas el café
y cantas una canción de los Stones.
Y todo te sale bien.
Y la casa huele a café
y a magia recién hecha.

Tu sonrisa tiene todos los colores del cielo
cuando atardece
y yo le tomo fotos
sin que lo notes
mientras el sol se oculta
en tu clavícula.

No dudes cuando te digo 
que yo nunca he sido de creer
en la suerte
pero contigo cerca
cualquier ludópata se saca el premio gordo
incluso sin haber empezado a jugar.

martes, 17 de marzo de 2015

Quimera


No importa 
si después de tanto andar
todos los caminos no conducen a Roma 
o no nos queda París al final de todo.

No importa 
si sigues estando tú 
y esa sonrisa
que es más refugio 
que cualquier tienda de campaña 
en mitad del bosque 
y con un chaparrón de agua a tus espaldas. 
Que es más incendio 
que un millón de fogatas ardiendo juntas.

Ya lo había dicho, amor,
siempre sé lo que tengo
e igual lo acabo perdiendo.

Sé de tu sonrisa
de lo mucho que vales
de tus manías antes de irte a la cama.

Sé que odias despertar temprano
y que para ti un domingo no es domingo 
sin fútbol y sin estar todo el día en la cama.

Sé todo lo que eres. 
Sí. 
Y sin embargo,
sé que te acabaré perdiendo.

No sé si por mí,
por ti
o por creer
que si te quiero lo suficiente
vas a quedarte.

Vaya tontería eso de reprochar 
que damos tanto 
y recibimos tan poco. 
Pero siento que te he dado
más de lo que tenía
y aún así
no supiste entregarte
por completo.

Ya me lo habías advertido
no eres de los que se enamoran
y mucho menos de los que hacen promesas. 
Pero qué sé yo,
yo soy de las que nunca lee las instrucciones
antes de abrir el empaque.

Soy de las que prefiere romper el envoltorio 
e ir aprendiendo a la marcha. 
Aunque luego duela.

Soy experta en
fabricar ilusiones
y me hecho un par
mientras te quedabas a dormir conmigo.

Pero ahora
he despertado de golpe
y sin alarma
o sin poder pedir cinco minutos más.

No te preocupes
tú no has roto nada
porque nunca 
ofreciste nada.

He sido yo
que a punta de ilusiones
y unos cuantos reproches
me he hecho
otro par de grietas
en el lado izquierdo del pecho. 

martes, 10 de marzo de 2015

Te quiero


Supongamos que si fueras libro
querría leerte en papel 
doblarte las esquinas
subrayar mis partes favoritas 
y quedarme dormida 
con tus páginas sobre mi pecho. 

Yo soy barco de papel 
y tú ya has izado tu bandera pirata 
en el lado derecho de mi corazón. 

Eres el tesoro más bonito 
que pueda encontrarse luego 
de un naufragio. 

Eres más bonito que cualquier otro 
porque te he encontrado yo 
y no he necesitado más mapa que tu voz. 

Te he encontrado 
y te tengo atado a mi muñeca izquierda, 
como una niña que se ata un globo en el parque 
esperando que esta vez no eche a volar. 

Podría pecar de cursi 
y decir que en tu boca 
todas las palabras 
suenan como una canción de los Stones 
y aunque yo siempre haya sido más de Beatles 
me pongo a bailar cuando te escucho. 

Llevo contados los días 
que he dormido junto a ti 
las canciones que llevan tu nombre 
la cantidad de poemas que te he escrito 
el número de veces que has dicho 
que amas mi sonrisa 
y la distancia que hay 
desde mi casa hasta tu puerta. 

Desde ahora sé que el vértigo 
no es el miedo a las alturas 
sino el miedo 
a mirar hacia arriba 
y no toparme con tus pestañas. 

Siempre 
he sido más de perros 
que de gatos 
pero por ti saltaría sobre los tejados 
como quien tiene siete vidas 
y ojalá volverme a tropezar contigo 
en cada una de ellas. 

Te quiero
aunque me tiemble 
la sonrisa 
cada vez que te lo digo.